Lavandas como en la provenza

En uno de nuestros jardines tenemos las lavandas que da gusto olerlas. Sólo la constancia y el cariño de nuestros jardineros hacen que todos los años luzcan igual por estas fechas.

Para tenerlas así de lustrosas os recomendamos los siguientes consejos:

  1. Una buena poda al terminar la floración para evitar que se degenere su forma con un crecimiento desmesurado.
  2. Un aporte adecuado de mantillo, compost u otro abono orgánico sólido justo antes del invierno.
  3. No olvidar la necesidad de abonado durante la temporada de primavera/verano.
  4. Aumentar la dósis de fósforo y potasio cuando veamos los primeros brotes florales.
  5. Aunque no son grandes consumidoras de agua, durante el verano agradecen los riegos profundos y espaciados que favorecen el enraizamiento profundo de la planta.
  6. Eliminar casi en su totalidad los riegos en otoño/invierno.
  7. Llámanos si necesitas ayuda.

 

Talas de seguridad en patio interior de Madrid

En el centro de Madrid encontramos multitud de zonas comunes en las que el arbolado comunitario se ha abandonado a su suerte a lo largo de los años. Este abandono provoca pudriciones, problemas estructurales, descompensaciones y un largo etcétera que reducen los años de vida del árbol. Además, estas deficiencias en el estado sanitario de los árboles se traduce en situaciones de riesgo, es por este motivo, que en entornos urbanos es imprescindible una vigilancia y una atención constantes sobre el estado de los árboles, sobre todo si se encuentran en espacios de uso público.

Esta vez nos llamaron cuando ya no había solución y el riesgo de caída o rotura eran demasiado elevados como para plantear otras opciones, por lo que no nos quedó más remedio que llevar a cabo un apeo controlado del árbol.

Dada la imposibilidad de utilizar una plataforma elevadora, tuvimos que utilizar técnicas de trepa y escalada para realizar esta tala de la manera más segura posible.

El antes y el después de una de nuestras terrazas.

Una de las cosas que siempre recomendamos a nuestros clientes cuando se mudan a una casa nueva que primero la vivan una temporada y después hablamos.

Nada más llegar a tu nueva casa, sobre todo si hasta el momento habías vivido en un piso, te vas a imaginar tu jardín de mil maneras, vas a querer plantar muchas cosas y hacer todo al principio. Como decíamos al principio de esta entrada, no queráis tenerlo todo hecho desde el primer momento y mucho menos si es vuestra primera casa con jardín.

En este caso, a Leyre le planteamos una estructura básica sobre la que seguir trabajando. Un reparto de los espacios que permitiera darle la mayor usabilidad a la terraza, dejar todas las instalaciones hechas y hacer una primera aproximación con una plantación sobre la que podríamos ir añadiendo cosas a futuro.

Según salimos del salón de la casa, nos encontramos con este espacio, una jardinera de obra en 2 alturas, revestida de lamas de madera tropical y en la que las instalaciones ya están hechas. La arquitectura de la vivienda es de estilo contemporáneo, con mucho hormigón visto que por momentos se nos hace un poco duro a la vista. Por fortuna, la tarima y revestimiento de madera suaviza bastante el aspecto global, pero todavía resulta un poco duro a la vista. Tenemos que hacer de esa terraza un lugar más acogedor.

Después de un entretenido cruce de ideas entre Leyre y nosotros, llegamos a un punto de consenso. Leyre quiere flores, plantas resistentes, que no tenga mucho mantenimiento y que sobre todo luzca durante la primavera y el verano.

Al realizar la plantación durante el otoño pasado, no nos pudimos resistir a los crisantemos (aunque sabíamos que habría que cambiarlos en primavera), de lo espectaculares que estaban en el vivero.

Esta es otra cosa importante, cuando me pidas un proyecto que incluya plantación, verás con todo detalle la especie y el tamaño de la planta que te vamos a poner. La realidad es que uno llega al vivero y muchas veces es allí donde surge la inspiración del último minuto y se cambian cosas. Otras veces sucede que haces el pedido al vivero y te dicen que la planta no sé qué que yo había pedido en maceta de 5 litros no la reciben hasta dentro de un mes y que sólo tienen de 1 y de 10 litros, por lo que la idea inicial se modifica y nos tenemos que ajustar a la nueva situación. Todos estos cambios se comunican a la propiedad hasta que, como nos pasa con Leyre, ella confía plenamente en nosotros y nos deja inspirarnos en el vivero (siempre con un precio final acordado que no se modifica).

En las tres imágenes inferiores, podemos ver el resultado nada más terminar la plantación de la jardinera de arriba. La idea era tener dos elementos principales (picea conica y glauca globosa) rodeados de vivaces y aromáticas mediterráneas. Con el tiempo, se guiarán los romeros rastreros para que vayan ocupando la pared de la jardinera. Es una planta que nos encanta utilizar en jardineras y altos de muretes por la belleza de sus tallos floridos colgando sobre la jardinera.

Una plantación muy compacta en la que casi no dejamos hueco para las hierbas espontáneas (que salieron y muchas) y en las que habrá que controlar el crecimiento de las salvias después de la floración primaveral para que dejen espacio a las lavandas. En primera línea agapantos compitiendo por su espacio. La idea de esta plantación es que estuviera cerca del climax al inicio de su primer verano (seis meses tras la plantación)

Todavía en la jardinera de obra, pero en la parte de abajo, cambiamos ligeramente el planteamiento, al no tener de elementos principales dos píceas, sino que en este caso serían una forsythia, en el centro de la plantación y un chamaecyparis y una lagerstroemia en los extremos. Para muchos las forsythias están pasadas de moda, pero a mí me siguen pareciendo una pasada, sobre todo al inicio de la primavera, cuando el jardín sigue latente y ellas explotan a florecer con un amarillo intenso que da paso a un follaje verde claro, muy luminoso.

Acompañando a estos elementos principales, salvias, tulbaghias, los crisantemos, gauras...

Según termina la jardinera, nos encontramos con un murete de hormigón y una lámina de vidrio satinada para aportar cierta intimidad, pero no tiene la altura suficiente para acabar con las miradas indiscretas de los vecinos, por lo que le sugerimos a Leyre la creación de una pantalla con bambú. Aprovechamos también parte de sus plantas (acer palmatum, olivo...) y de sus jardineras para ampliar la plantación.

Y hasta aquí nuestro jardín de hoy, os mantendremos informados de cómo evoluciona, ya que en unas semanas esperamos empezar con otra de las terrazas que tiene la casa, así que aprovecharemos para hacer una puesta a punto de la jardinera y subir más fotos.

Quiero entrar a mis oficinas y acordarme de mi pueblo.

Con estas palabras nos describió el señor Don Carlos lo que quería.

Don Carlos tiene una empresa que se dedica a la venta de productos para alpinismo, esquí y demás deportes de montaña, viene de un pueblecito en los Pirineos, que está rodeado de un precioso bosque mixto de hayas y robles.

Llevar un trocito de este bosque a Madrid parecía imposible, que si hace mucho calor, que no va a tener luz suficiente, que ya verás el agua… Un sinfín de inconvenientes y dificultades a los que fuimos encontrando soluciones técnicas que hicieron posible lo que a priori parecía imposible: iluminación artificial, ahumado de cristales para evitar insolación en verano, sistema de riego con sensor de humedad, drenajes registrables…

No os contamos más, mejor que lo veáis por vosotros mismos.

 

Trabajos en altura para la Fundación BBVA

Hay determinados trabajos en jardinería que no son para aficionados. Éste es uno de ellos.

Podar una enredadera de 20 metros de altura en una mañana requiere de mucha pericia y saber hacer y, sobre todo, poco miedo a las alturas. Es el caso de Carlos, nuestro Juan sin miedo particular, capaz de subirse a una pequeña cesta que se eleva más de 20 metros, sin que le aumente el pulso lo más mínimo.

En MUSpaisajismo, somos especialmente cuidadosos con las medidas de seguridad y, aunque Carlos no tenga miedo, siempre va atado, lleva su arnés correspondiente y todos los EPIs necesarios.

Así que ya sabes, si necesitas que alguien se suba por ti, llámanos.

poda-hiedra-bbva

Restauración de los jardines de palacio del S.XVIII

En un palacio del siglo XVIII de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.

Han pasado ya 3 siglos desde entonces y los jardines de este palacio barroco han ido cayendo en el olvido. Poco a poco la maleza lo ha ido ocupando todo, los árboles han degenerado y es difícil intuir las formas originales de este jardín.

En MUS estamos acostumbrados a este tipo de situaciones y nos encanta descubrir las formas originales que quedan después de años de abandono. Poner orden, limpiar, quitar lo que no tiene que estar ahí, cuidar lo que queda y poner en valor aquellas partes del jardín que lo necesitan. En fin, un trabajo de restauración del paisaje en toda regla.

Mantenimiento en Comunidad de Propietarios Madrid

Solo nos pidieron dos cosas, todo limpio, siempre limpio y que esa enredadera que se ve en las fotos, que de aquí a dos años, lo cubra todo.

Limpio está, limpio como una patena, tanto que los dueños no saben si es una comunidad de propietarios o el patio de la sede de las Naciones Unidas. En cuanto a la enredadera, era cuestión de tiempo y mismos que se pusiera tan lustrosa como la tenemos ahora.

Mantenimiento y conservación jardín vertical en Plaza Castilla

Las plantas crecen hacia arriba o hacia abajo, suspendidas, enterradas, agarradas a la roca y hasta en las cascadas. En la naturaleza casi no hay límites y la interacción de tantos organismos de tantísimas especies distintas genera ecosistemas de formas tan dispares como lo son los muros verdes. 

Sin embargo, en una ciudad, la vida de un microecosistema como éste depende del cuidado y de los mimos que seamos capaces de darle. Nosotros somos muy mimosos, sobre todo cuando se trata de plantas.

Trabajos forestales en la Guardia Real del Pardo

Cuando nos llamaron ya era tarde para hacer nada por aquellos árboles. Habían sucumbido ante el implacable paso del tiempo y de las manos del ser humano. Finalmente terminamos tirando cerca de 20 palos gordos como el de la foto. 

Como en MUS, todo lo que huele a reciclaje, sostenibilidad y economía circular, nos gusta mucho, aprovechamos los troncos para cederlos a un centro de equitación, que los usará para ponerle algún obstáculo un poco más natural a los caballos, o por lo menos eso nos dijo el teniente Domínguez.