La importancia de la poda en jardinería y paisajismo.

No es mi intención redactar un artículo especialmente técnico sobre las distintas técnicas de poda, pero sí intentar explicaros cómo trabajamos en Mus Paisajismo y, sobre todo, cómo no trabajamos las podas.

Después de casi 20 años en esta profesión, uno se da cuenta de que lo normal es que el cliente no tenga la razón. En la creación y mantenimiento de espacios verdes hay determinadas cuestiones estéticas que siempre serán decisión del cliente. Sin embargo, nuestra obligación como expertos en la materia debe ser la de asesorar y explicar a este cliente que está equivocado y las consecuencias de seguir adelante con su plan. En este sentido y, sobre todo en lo referente a trabajos de arboricultura, nuestra responsabilidad es la de evitar problemas que no tengan solución.

Aspectos regulatorios:

Aunque esté en tu jardín, un árbol no tiene por qué ser tuyo:

Aunque pueda parecer aburrida, la regulación nos ayuda a entender mejor a los árboles desde el punto de vista administrativo. ¿Sabías que un árbol, cuando tiene cierta edad/tamaño, no es tuyo? Pues ahí tenemos el primer aspecto a tener en cuenta.

Resumiendo mucho la Ley 8/2005, de 26 de diciembre, de protección y fomento del arbolado urbano de la Comunidad de Madrid cuando un árbol tiene más de 10 años o más de 20 cm de diámetro en la base, no es tuyo, no puedes hacer lo que quieras con él, vamos. Como propietario de una vivienda que incluye un árbol de estas características, estás obligado a solicitar permiso para casi cualquier actuación que quieras hacer sobre él y estás obligado a mantener el árbol correctamente. Esto que puede parecer una intromisión en la propiedad privada, tiene dos objetivos clave:

  1. El de considerar el arbolado como un bien común (tiene lógica, pues los beneficios ambientales de tener árboles los disfrutamos todos).
  2. Evitar trabajos que no se deberían hacer desmochados, trasmochados, descopados, terciados, reducciones de copa sin criterio… Es decir, cualquier trabajo que modifique sustancialmente la estructura natural del árbol sin una justificación previa.

Esta ley, de ámbito autonómico, la recogen los distintos municipios y la aplican según sus medios. Es decir, si bien, el criterio general de los 10 años y los 20 cm de diámetro es algo común en todos los municipios, el control de lo que se hace realmente en el arbolado privado, incluso el público, dependerá de los medios económicos que destine el ayuntamiento de turno a este tema.

¿Cómo trabaja la administración?

Por regla general, pocos ayuntamientos disponen de técnicos competentes en esta materia y los pocos que hay, no dan a basto con la alta demanda de permisos de poda y tala que se dan en determinadas épocas del año, por lo que si tienes intención de llevar a cabo un trabajo de este tipo, planifícalo con tiempo (hay ayuntamientos que se demoran más de 12 meses en contestar).

Actualmente, en muchos municipios de Madrid están exigiendo un informe firmado por un técnico competente colegiado (ingenieros de montes, forestales, agrónomos), además de otra documentación. Esto tiene su lado bueno y es que detrás de cada poda/tala habrá un informe firmado por un técnico colegiado (antes bastaba con que el interesado diese «su explicación»). Sin embargo, el hecho de ser un servicio privado, puede resultar no tan objetivo como debiera, ya que dependemos de la buena fe del técnico y de que no esté dispuesto a vender su alma al diablo por un «puñado de euros». Ya te digo yo que con un poco de conocimiento y con un informe en el que la palabra «riesgo» aparezca mucho, te autorizan casi cualquier trabajo y después del destrozo, quién va a saber si ese árbol se tenía o no que podar de esa manera o talarlo.

Como decía al principio, esto daría para una charla muy interesante, pero no es el objetivo ahora, con que te quedes con: si tiene más de 10 años o más de 20 cm de diámetro en la base = PEDIR PERMISO, nos conformamos.

¿Qué trabajos sí realizamos en Mus Paisajismo?

Supongamos que nos llama una persona que quiere podar/talar un árbol. Lo primero que hacemos es intentar entender el motivo de esa decisión, hay situaciones que no dejan otra salida que la tala o una poda radical. La mayoría de estas situaciones se ha provocado por plantar un árbol en un sitio inapropiado o  por edificar demasiado pegados a un árbol existente y que por algún motivo se decidió dejar ahí. Sin embargo, hay otras veces que el motivo de la tala/poda, es más bien un capricho y no responde a ninguna necesidad real: es que el árbol mancha mucho al tirar la hoja o es que el árbol da sombra en el jardín y quiero achicharrarme aún más en verano, aunque también tenemos el caso de propietarios que han pedido talar encinas para plantar palmeras… Y así un largo etcétera.

 

Caso 1. Los trabajos de poda/tala están justificados:

Nos hemos desplazado a ver el estado del árbol, la propiedad nos ha explicado los motivos para realizar dicho trabajo y, analizando la situación del ejemplar o ejemplares, no queda más remedio que llevar un trabajo de tala o poda. Realizamos el estudio completo del árbol y redactamos el informe para que la propiedad lo pueda presentar al órgano competente de su ayuntamiento. En dicho informe, explicamos el alcance de nuestros trabajos y justificamos técnicamente la necesidad de llevarlos a cabo.

Nuestro objetivo es el de adelantarnos a situaciones como la de la imagen, evitando daños materiales, pero sobre todo, daños personales. En este caso en concreto, se había solicitado permiso de tala al ayuntamiento con más de 3 meses de antelación. En el informe justificamos la necesidad de tala de varios ejemplares en esta finca porque mostraban síntomas de caídas más o menos inminentes (es casi imposible predecir en qué momento exacto se va a caer un árbol). Sin embargo, el permiso de tala no llegó  a tiempo y algunos ejemplares cayeron de forma incontrolada (por suerte, sin daños personales).

Caso 2. Los trabajos no están justificados:

Por regla general, este cliente no va a aceptar un no por respuesta y no va a entender por qué no estás dispuesto a hacer ese trabajo. Es en este momento en el que tenemos que explicarle que no tiene razón, que existe una ley que protege ese árbol y que las sanciones son importantes (pudiendo llegar a los 500.000€). Y es aquí donde nos toca trabajar informando y educando, no sólo desde el miedo a la sanción, si no también desde la idea de transmitir lo que llamamos cultura del árbol y qué queréis que os diga, es agotador, pero lo hacemos porque estamos convencidos de que si el cliente no tiene la razón, habrá que explicárselo.

Si después de todas las explicaciones del mundo, el cliente sigue en su idea de que le hagamos un informe para hacer lo que él quiere y nosotros no vemos adecuado, nos despedimos muy educadamente. NOSOTROS NO HACEMOS ESOS INFORMES FALSOS.

Y este es el principal motivo por el que creo que ese informe técnico lo deberían hacer las administraciones públicas, porque actualmente dependemos de la ética de un técnico a sueldo del cliente, no de la administración pública, por lo que va a defender los intereses de su cliente y no de la sociedad.

Caso 3. El cliente te llama para que seas tú el que determine las tareas a realizar:

Es el caso menos frecuente de todos, pero en el que más a gusto nos sentimos siempre. Particulares con árboles en casa que contratan a un técnico en arbolado para que sea él el que determine lo que hay que hacer. Con este tipo de cliente da gusto trabajar, es consciente de que no tiene conocimientos en la materia y valora enormemente tu experiencia en este sector. Simplemente quiere que el árbol esté en las mejores condiciones posibles y por ese motivo te ha contactado.

Todavía recordamos el primer cliente que tuvimos de este tipo, fuimos a visitarle y cuando le preguntamos que qué quería hacer nos dijo -no sé, vosotros sois los profesionales, decidme vosotros a mí lo que consideréis.

¿Qué trabajos nos piden/realizamos con más frecuencia?

Los trabajos de poda que más frecuentemente realizamos son podas de limpieza y de formación. Llamamos podas de limpieza a intervenciones, generalmente anuales, en las que únicamente retiramos ramas secas/enfermas sin afectar notablemente a la estructura del árbol, ramas interiores de la copa que el propio árbol va a abortar por falta de luz, ramas cruzadas y casi nada más. Hablamos de podas de formación o formación de copa, cuando el objetivo de nuestra tarea es la de proporcionar una estructura de ramas al árbol en cuestión.

La poda de formación es vital para conseguir nuestros objetivos a medio/largo plazo. Nosotros encaminamos estas podas para conseguir la forma natural de cada árbol, que es la forma que presentaría en la naturaleza (un bosque no hay que podarlo, ¿verdad?). Este tipo de formación será la que menos intervenciones va a requerir a lo largo del tiempo. Un árbol con una estructura adecuada es sinónimo de estabilidad estructural y bajo riesgo, estética y durabilidad.

En Mus somos partidarios de que la mejor poda es la que no se hace.

Sin embargo, en ocasiones tenemos que hacer trabajos de podas más o menos radicales por la falta de pericia del jardinero anterior, que dio lugar a una estructura completamente inestable con riesgos de caída de ramas en zonas de paso de peatones o, como decíamos antes, porque alguien puso un arbolito sin pensar que iba a crecer 20 metros encima de su casa.

paisajismo madrid

Lavandas como en la provenza

En uno de nuestros jardines tenemos las lavandas que da gusto olerlas. Sólo la constancia y el cariño de nuestros jardineros hacen que todos los años luzcan igual por estas fechas.

Para tenerlas así de lustrosas os recomendamos los siguientes consejos:

  1. Una buena poda al terminar la floración para evitar que se degenere su forma con un crecimiento desmesurado.
  2. Un aporte adecuado de mantillo, compost u otro abono orgánico sólido justo antes del invierno.
  3. No olvidar la necesidad de abonado durante la temporada de primavera/verano.
  4. Aumentar la dósis de fósforo y potasio cuando veamos los primeros brotes florales.
  5. Aunque no son grandes consumidoras de agua, durante el verano agradecen los riegos profundos y espaciados que favorecen el enraizamiento profundo de la planta.
  6. Eliminar casi en su totalidad los riegos en otoño/invierno.
  7. Llámanos si necesitas ayuda.

 

Talas de seguridad en patio interior de Madrid

En el centro de Madrid encontramos multitud de zonas comunes en las que el arbolado comunitario se ha abandonado a su suerte a lo largo de los años. Este abandono provoca pudriciones, problemas estructurales, descompensaciones y un largo etcétera que reducen los años de vida del árbol. Además, estas deficiencias en el estado sanitario de los árboles se traduce en situaciones de riesgo, es por este motivo, que en entornos urbanos es imprescindible una vigilancia y una atención constantes sobre el estado de los árboles, sobre todo si se encuentran en espacios de uso público.

Esta vez nos llamaron cuando ya no había solución y el riesgo de caída o rotura eran demasiado elevados como para plantear otras opciones, por lo que no nos quedó más remedio que llevar a cabo un apeo controlado del árbol.

Dada la imposibilidad de utilizar una plataforma elevadora, tuvimos que utilizar técnicas de trepa y escalada para realizar esta tala de la manera más segura posible.

El antes y el después de una de nuestras terrazas.

Una de las cosas que siempre recomendamos a nuestros clientes cuando se mudan a una casa nueva que primero la vivan una temporada y después hablamos.

Nada más llegar a tu nueva casa, sobre todo si hasta el momento habías vivido en un piso, te vas a imaginar tu jardín de mil maneras, vas a querer plantar muchas cosas y hacer todo al principio. Como decíamos al principio de esta entrada, no queráis tenerlo todo hecho desde el primer momento y mucho menos si es vuestra primera casa con jardín.

En este caso, a Leyre le planteamos una estructura básica sobre la que seguir trabajando. Un reparto de los espacios que permitiera darle la mayor usabilidad a la terraza, dejar todas las instalaciones hechas y hacer una primera aproximación con una plantación sobre la que podríamos ir añadiendo cosas a futuro.

Según salimos del salón de la casa, nos encontramos con este espacio, una jardinera de obra en 2 alturas, revestida de lamas de madera tropical y en la que las instalaciones ya están hechas. La arquitectura de la vivienda es de estilo contemporáneo, con mucho hormigón visto que por momentos se nos hace un poco duro a la vista. Por fortuna, la tarima y revestimiento de madera suaviza bastante el aspecto global, pero todavía resulta un poco duro a la vista. Tenemos que hacer de esa terraza un lugar más acogedor.

Después de un entretenido cruce de ideas entre Leyre y nosotros, llegamos a un punto de consenso. Leyre quiere flores, plantas resistentes, que no tenga mucho mantenimiento y que sobre todo luzca durante la primavera y el verano.

Al realizar la plantación durante el otoño pasado, no nos pudimos resistir a los crisantemos (aunque sabíamos que habría que cambiarlos en primavera), de lo espectaculares que estaban en el vivero.

Esta es otra cosa importante, cuando me pidas un proyecto que incluya plantación, verás con todo detalle la especie y el tamaño de la planta que te vamos a poner. La realidad es que uno llega al vivero y muchas veces es allí donde surge la inspiración del último minuto y se cambian cosas. Otras veces sucede que haces el pedido al vivero y te dicen que la planta no sé qué que yo había pedido en maceta de 5 litros no la reciben hasta dentro de un mes y que sólo tienen de 1 y de 10 litros, por lo que la idea inicial se modifica y nos tenemos que ajustar a la nueva situación. Todos estos cambios se comunican a la propiedad hasta que, como nos pasa con Leyre, ella confía plenamente en nosotros y nos deja inspirarnos en el vivero (siempre con un precio final acordado que no se modifica).

En las tres imágenes inferiores, podemos ver el resultado nada más terminar la plantación de la jardinera de arriba. La idea era tener dos elementos principales (picea conica y glauca globosa) rodeados de vivaces y aromáticas mediterráneas. Con el tiempo, se guiarán los romeros rastreros para que vayan ocupando la pared de la jardinera. Es una planta que nos encanta utilizar en jardineras y altos de muretes por la belleza de sus tallos floridos colgando sobre la jardinera.

Una plantación muy compacta en la que casi no dejamos hueco para las hierbas espontáneas (que salieron y muchas) y en las que habrá que controlar el crecimiento de las salvias después de la floración primaveral para que dejen espacio a las lavandas. En primera línea agapantos compitiendo por su espacio. La idea de esta plantación es que estuviera cerca del climax al inicio de su primer verano (seis meses tras la plantación)

Todavía en la jardinera de obra, pero en la parte de abajo, cambiamos ligeramente el planteamiento, al no tener de elementos principales dos píceas, sino que en este caso serían una forsythia, en el centro de la plantación y un chamaecyparis y una lagerstroemia en los extremos. Para muchos las forsythias están pasadas de moda, pero a mí me siguen pareciendo una pasada, sobre todo al inicio de la primavera, cuando el jardín sigue latente y ellas explotan a florecer con un amarillo intenso que da paso a un follaje verde claro, muy luminoso.

Acompañando a estos elementos principales, salvias, tulbaghias, los crisantemos, gauras...

Según termina la jardinera, nos encontramos con un murete de hormigón y una lámina de vidrio satinada para aportar cierta intimidad, pero no tiene la altura suficiente para acabar con las miradas indiscretas de los vecinos, por lo que le sugerimos a Leyre la creación de una pantalla con bambú. Aprovechamos también parte de sus plantas (acer palmatum, olivo...) y de sus jardineras para ampliar la plantación.

Y hasta aquí nuestro jardín de hoy, os mantendremos informados de cómo evoluciona, ya que en unas semanas esperamos empezar con otra de las terrazas que tiene la casa, así que aprovecharemos para hacer una puesta a punto de la jardinera y subir más fotos.

Quiero entrar a mis oficinas y acordarme de mi pueblo.

Con estas palabras nos describió el señor Don Carlos lo que quería.

Don Carlos tiene una empresa que se dedica a la venta de productos para alpinismo, esquí y demás deportes de montaña, viene de un pueblecito en los Pirineos, que está rodeado de un precioso bosque mixto de hayas y robles.

Llevar un trocito de este bosque a Madrid parecía imposible, que si hace mucho calor, que no va a tener luz suficiente, que ya verás el agua… Un sinfín de inconvenientes y dificultades a los que fuimos encontrando soluciones técnicas que hicieron posible lo que a priori parecía imposible: iluminación artificial, ahumado de cristales para evitar insolación en verano, sistema de riego con sensor de humedad, drenajes registrables…

No os contamos más, mejor que lo veáis por vosotros mismos.

 

Trabajos en altura para la Fundación BBVA

Hay determinados trabajos en jardinería que no son para aficionados. Éste es uno de ellos.

Podar una enredadera de 20 metros de altura en una mañana requiere de mucha pericia y saber hacer y, sobre todo, poco miedo a las alturas. Es el caso de Carlos, nuestro Juan sin miedo particular, capaz de subirse a una pequeña cesta que se eleva más de 20 metros, sin que le aumente el pulso lo más mínimo.

En MUSpaisajismo, somos especialmente cuidadosos con las medidas de seguridad y, aunque Carlos no tenga miedo, siempre va atado, lleva su arnés correspondiente y todos los EPIs necesarios.

Así que ya sabes, si necesitas que alguien se suba por ti, llámanos.

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Restauración de los jardines de palacio del S.XVIII

En un palacio del siglo XVIII de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.

Han pasado ya 3 siglos desde entonces y los jardines de este palacio barroco han ido cayendo en el olvido. Poco a poco la maleza lo ha ido ocupando todo, los árboles han degenerado y es difícil intuir las formas originales de este jardín.

En MUS estamos acostumbrados a este tipo de situaciones y nos encanta descubrir las formas originales que quedan después de años de abandono. Poner orden, limpiar, quitar lo que no tiene que estar ahí, cuidar lo que queda y poner en valor aquellas partes del jardín que lo necesitan. En fin, un trabajo de restauración del paisaje en toda regla.

Mantenimiento en Comunidad de Propietarios Madrid

Solo nos pidieron dos cosas, todo limpio, siempre limpio y que esa enredadera que se ve en las fotos, que de aquí a dos años, lo cubra todo.

Limpio está, limpio como una patena, tanto que los dueños no saben si es una comunidad de propietarios o el patio de la sede de las Naciones Unidas. En cuanto a la enredadera, era cuestión de tiempo y mismos que se pusiera tan lustrosa como la tenemos ahora.

Mantenimiento y conservación jardín vertical en Plaza Castilla

Las plantas crecen hacia arriba o hacia abajo, suspendidas, enterradas, agarradas a la roca y hasta en las cascadas. En la naturaleza casi no hay límites y la interacción de tantos organismos de tantísimas especies distintas genera ecosistemas de formas tan dispares como lo son los muros verdes. 

Sin embargo, en una ciudad, la vida de un microecosistema como éste depende del cuidado y de los mimos que seamos capaces de darle. Nosotros somos muy mimosos, sobre todo cuando se trata de plantas.

Trabajos forestales en la Guardia Real del Pardo

Cuando nos llamaron ya era tarde para hacer nada por aquellos árboles. Habían sucumbido ante el implacable paso del tiempo y de las manos del ser humano. Finalmente terminamos tirando cerca de 20 palos gordos como el de la foto. 

Como en MUS, todo lo que huele a reciclaje, sostenibilidad y economía circular, nos gusta mucho, aprovechamos los troncos para cederlos a un centro de equitación, que los usará para ponerle algún obstáculo un poco más natural a los caballos, o por lo menos eso nos dijo el teniente Domínguez.