Cerramientos internos en comunidad de propietarios.

Después de las obras de jardinería que se hicieran allá por la primavera de 2019, se corrió la voz de que teníamos buen gusto, trabajábamos bien y dábamos un mejor servicio postventa. Llevaban meses peleando con la constructora y buscando una solución a las vallas de simple torsión que no fuera mimbre, brezo o un sistema de ocultación similar.

Las pequeñas constructoras no querían hacer el trabajo por la dificultad (si lo hubiéramos sabido antes...igual nosotros tampoco). La mayor dificultad era trabajar en un espacio muy reducido, entre jardines, muchos de ellos terminados y con las piscinas casi en la linde. Les ofrecimos la posibilidad de hacer un cerramiento con Viroc, colocado sobre una estructura metálica de fabricación propia. Lo que estaba planificado para hacer en 3 meses, se nos dilató, confinamiento mediante, hasta casi 7 meses 🙁

Lo más importante de esta obra ha sido la satisfacción de todos los clientes. Todos menos uno, el segundo cliente insatisfecho en 4 años, que para nosotros es demasiado, pero a veces es complicado entenderse con todo el mundo.

Lo segundo más importante es que ahora somos maestros trabajando Viroc y nos sabemos todos los detalles, sistemas de montaje, etc. Nos sabemos la hoja técnica del Viroc al dedillo.

paisajismo pozuelo

Pequeño patio con muchas posibilidades

Hace ya casi un año que comenzamos las obras en casa de Isabel. Se acababa de comprar una casa a la que sólo le faltaba resolver el jardín. Una superficie pequeña en la que teníamos que conseguir espacio para un comedor exterior y una zona de sofás y además un lugar de juegos/dispersión para los más pequeños.

El jardín contaba inicialmente con 3 alturas, lo que generaba una división excesiva del espacio, dando lugar a dos pequeñas plataformas a la salida del salón, que no dejaban espacio más que para una mesita de café. Además, la falta de elementos de separación y la ubicación de las escaleras, dificultaba la distribución del espacio.

 

jardín valdebebas

 

Comenzamos las obras con la demolición de prácticamente todo y se decidió integrar la primera plataforma con el salón, dando lugar a un espacio que interactúa con el resto de la casa.

 

paisajismo valdebebas

 

Se movieron las escaleras a la parte central de la plataforma, dando lugar a una zona de paso central que servía además de separación invisible entre la zona de comedor y el conjunto de sofás.

 

paisajismo madrid

 

Esta plataforma se vistió con 2 jardineras que además servían de separación con la plataforma inferior, generando un resalto para evitar caídas inesperadas por un movimiento inconsciente de la silla.

 

paisajismo madrid aravaca

 

En el espacio inferior, construimos un pequeño arenero anexo a una zona de plantación. Los areneros (siempre que no haya gatos) son una magnífica solución cuando tenemos niños pequeños o muy pequeños, pues constituyen un lugar para el juego y el aprendizaje y cuentan con la ventaja de poder evolucionar con la edad de los más pequeños, transformándose en un huerto educativo y, llegado el momento, en una jardinera más.

 

 

Este jardín lo terminamos en octubre de 2018 y a día de hoy luce así:

 

paisajismo pozuelo

paisajismo boadilla

Ahora si tienes un jardín en tu oficina.

Desde que estuviéramos la primera vez en febrero de este año hasta ahora, han pasado ya unos cuantos meses. Y es que a veces, de la idea al jardín, pasan muchas cosas, retraso en oficios que tendrían que entrar antes que el nuestro, cambios de plantes, decisiones y redecisiones.

A veces ideas sencillas se complican por la falta de previsión del arquitecto o constructor y nos toca a los paisajistas desarrollar soluciones casi imposibles para problemas como las conducciones de riego, los drenajes... que no se habían tenido en cuenta con anterioridad.

Este fue el caso de este sencillo trabajo que consistía en plantar un olivo, 4 palmeras individuales, una palmera multitronco y 13 palmitos pequeños. Dicho así, suena como un trabajo muy amateur que cualquiera podría hacer en su casa. Sin embargo, la cosa se complica si el olivo que quieres plantar se ubica en un patio interior acristalado del cual ocupa casi toda la superficie y pesa alrededor de mil quinientos kilos o el alcorque previsto para unas palmeras de casi 7 metros es demasiado pequeño para el cepellón que traen, o el pasatubos por el que debería ir el riego se encuentra casi colapsado en algunas zonas, etc.

En fin, todo un reto al que no dudamos en apuntarnos sólo por el placer de aprender e inventar.

Tampoco es que inventáramos la rueda, pero dadas las circunstancias para la plantación, sobre todo, del olivo. No podía haber fallos y no se podía quedar nada sin pensar. El principal problema eran los sumideros, había que ver la manera de mantenerlos registrables y evitar que colapsaran llenos de sustrato o raíces, para lo que desarrollamos un filtro. Este filtro estaba compuesto por un tubo de PVC de diámetro adecuado al sumidero y con una embocadura suficiente para mantenerlo erguido. A la tubería de PVC se le realizaban numerosas perforaciones y se envolvía en una malla de geotextil no tejido para evitar que los agujeros se llenaran de partículas o estas cayeran por el sumidero, atascándolo. En la parte superior del tubo colocamos una tapa roscada estanca para permitir el acceso al sumidero y evitar posibles olores.

A continuación recubrimos toda la jardinera con este geotextil, se colocaron palés de plástico y se rellenó todo el hueco generado por los palés con arlita, creando otro lecho filtrante más y una cama de drenaje para evitar encharcamientos que pudieran perjudicar al olivo. Sobre esta cama drenante, una última capa de geotextil y sobre este el sustrato y a continuación, el olivo.

Dada la estrechez del espacio, las maniobras resultaban muy complicadas y entrañaban un alto riesgo, pues tanto la descarga del palé de sustrato, como la del olivo podían suponer un accidente grave en el caso de que algo saliera mal. En este tipo de trabajos, a veces se nos olvida que hay dos operarios que se juegan la vida, literalmente por un olivo, por lo que tenedlo en cuenta la próxima vez que nos pidáis que os ajustemos un precio. No puede valer lo mismo plantar un olivo al aire libre con la grúa a 5 metros de distancia del jardinero, que un olivo que lo tienes sobre tu cabeza y que si se cae, te transforma en un cromo.

Otro de los retos fue la plantación de las palmeras, una pena que casi no tenemos fotos de aquello, porque también tuvo su mérito. Los alcorques tenían la superficie justa para que entrara la palmera, pero no permitía la construcción de una estructura de madera lo suficientemente fiable como para sostener una palmera de este tipo, así que decidimos asegurar la palmera por 3 vías:

- Excavación de un hoyo muy profundo: se excavó un hoyo con el triple de profundidad del cepellón y se rellenó con un sustrato arenoso que mezclamos in situ para las palmeras. Dada la compactación del terreno y la imposibilidad de trabajarlo (teníamos una losa de hormigón de casi 25 cm.) dimos por hecho la espiralización de las raíces de la palmera en el propio hoyo de plantación, por la imposibilidad de estas raíces para abrirse paso en un suelo tan compactado, así que decidimos que la propia espiralización de las raíces fuera el sostén de la propia palmera. Además de abrir un hoyo bien profundo, se excavaron los laterales del mismo dando lugar a una forma trapezoidal que dificultara la caída de la palmera una vez desarrollado el cepellón. Por los problemas de drenaje que pudieran tener lugar, se rellenaron los primeros 15 cm con una mezcla de arena de río y arlita.

- Relleno con mezclar de sustrato vegetal y arena de río: el sustrato vegetal por si solo, no tiene el peso suficiente como para sujetar el conjunto en el futuro, además su elevada capacidad de retención de agua del sustrato puede dar lugar a falta de oxígeno en las raíces y problemas derivados de esto.

- Anclajes a muro de hormigón mediante cinta para el apeo controlado de árboles y ramas: la misma cinta que utilizamos para bajar ramas y troncos de grandes dimensiones y gran peso sin dañar los alrededores es la que utilizamos para anclar las palmeras durante los primeros meses, hasta un desarrollo del cepellón que proporcionara más estabilidad.

Una vez superadas estas dificultades, esperamos que os guste el resultado. Os recordamos que todavía estamos #workinprogress en esta obra.

Aunque la obra tuvo sus dificultades, hubo otras zonas donde el trabajo fue mucho más agradecido y donde el uso de maquinaria pesada nos ayudó enormemente a no morir en el intento.

Es el caso del conjunto palmeras multitronco, sobre base de corteza de pino gran calibre, en un paspartú de bolo blanco de calibre intermedio.

Pinos, madera y césped artificial.

Desde que conocemos el césped de Albergrass , no dejamos de asombrarnos con las posibilidades que tiene, su calidad, lo fácil de manipular que es y la satisfacción que nos muestran nuestros clientes.

No todos los céspedes son iguales, eso ya lo sabéis, pero lo que no tendréis muy claro es cómo distinguir calidades. Os damos unas pistas y os enseñamos uno de nuestros últimos trabajos.

Para nosotros es muy importante que el césped tenga el distintivo OEC (Origen Español Certificado):

Esto obliga a las empresas a garantizar que el proceso productivo se realiza en España y que la empresa desarrolla su I+D dentro del territorio español. Sí, habéis oído bien, I+D. Desde que trabajamos con ellos no han parado en la mejora de sus distintos productos, el modelo Delta II no se llama así en honor a ningún piloto de guerra, es la segunda versión del primer modelo Delta que se desarrolló, lo mismo con el Step III y así con todos los que tienen un número romano como compañero.

- Esto está muy bien, pero a mí, como consumidor, ¿en qué me beneficia?

Esto te beneficia porque Albergrass tiene en todo momento el control de la producción, hay una trazabilidad exquisita del producto. Esto nos permite poder reponer prácticamente cualquier instalación pasada con la menor distorsión del color. Al conocer la procedencia de la materia prima, podemos reproducir exactamente el mismo código de color del césped que te instalamos. Nos permite comunicar a fábrica directamente los posibles errores de producción que hayan tenido lugar y retirar un determinado lote, etc.

Es importantísima la calidad de los materiales que configuran un césped artificial:

Tanto de las fibras, como del material de soporte o backing.

Un césped artificial de calidad, debería tener una mezcla de distintos tipos de materiales plásticos (polietileno, polipropileno, nylon) ya que cada uno aporta una característica diferente al césped. El polietileno es el más suave de los tres, pero tiene tendencia a doblarse con facilidad, por lo que debe combinarse con polipropileno, más áspero al tacto que el anterior, pero que proporciona rigidez frente al encamado. Tampoco podemos abusar de este último, por muy barato que resulte, porque tiene tendencia a enredarse, lo que dificulta la recuperación del césped. Por último, el nylon, utilizado en los céspedes de mejor calidad, que aporta rigidez sin el inconveniente de los enredos.

En cuanto al material soporte, este debe ser flexible a temperatura ambiente, pero no quebradizo, debe cubrir de manera correcta las fibras del césped artificial y debe ser de un material resistente y duradero. Os damos una pista, que no lleve una malla geotextil en una de sus capas, que sea de color negro y que lleve latex de calidad. Las dos primeras son fáciles de ver, la última os la dirá el vendedor (si conoce el producto, claro).

En fin, ya vemos que detrás de un césped artificial hay mucho más que un mero material decorativo, por eso, como en otros productos hay distintas calidades y distintos precios.

El proceso de fabricación no puede pasar por alto:

Cuando uno pisa la fábrica de Albergrass por primera vez nota la solera que tiene esa fábrica y es que son ya tres generaciones dedicadas a la industria textil. Se trata de una empresa familiar que siempre nos recibe con los brazos abiertos y de la que nos sentimos uno más.

Aunque haya mucha tecnología detrás, el proceso de fabricación es casi artesanal. La fábrica en acción es un no parar de bobinas agitándose, máquinas haciendo ruido y lo que más llama la atención, gente concentradísima en su trabajo y perfectamente coordinada. Una pena  no haber podido filmar aquello para ponerle el vals "El Danubio Azul" de banda sonora.

La instalación y el conjunto del diseño no pueden quedarse atrás:

Por muy bueno que sea el producto, si no se sabe instalar correctamente, el resultado nunca será el mismo. Si además le sumamos que un césped artificial por si mismo no es más que un trozo de plástico con pelos verdes, el resultado de una mala instalación o un mal diseño pueden arruinarnos, literlamente.

En las imágenes que acompañan este post, podemos ver que el punto de partida era ya bueno de por sí, una vivienda de estilo rústico en el medio de un pinar, con árboles con un buen porte y con la única condición de no cortar ninguno (condición que nos agradó enormemente). Se diseñó una plataforma de tierra, a nivel con la vivienda, para generar un espacio cómodo, aprovechando el desnivel para permitir a la vegetación natural estar presente pero en un segundo plano, lo que proporciona sensación de orden en un contexto natural, sin que lo salvaje de la naturaleza entre dentro de las zonas de uso del jardín, pero sin dejarla de lado totalmente.

Sobre esta plataforma se creó una pérgola de madera sencilla en la que esperamos continuar el año que viene haciendo un paseo que permita entrar dentro de las copas de los árboles y tener una perspectiva completamente distinta del jardín.

Un espacio altamente funcional en la que introducimos un material moderno como el césped artificial en un contexto rústico sin que esta rusticidad se pierda.

Jardín con césped artificial en Pozuelo de Alarcón

Jardín con césped artificial:

Uno de los trabajos que más hemos hecho en lo que llevamos de año ha sido la instalación de jardines con césped artificial.

Un jardín con césped artificial es una tendencia desde hace años y en este en particular hemos batido nuestro récord personal en metros cuadrados instalados.

Para nosotros el césped artificial es otro de los materiales que incorporamos en nuestras composiciones. Jardines pequeños y con niños, donde un césped natural sólo trae problemas. Desde las siegas incómodas por no poder maniobrar en condiciones con el cortacésped, hasta los barrizales que se forman en muchas de estas praderas durante el invierno. Por eso, cada vez más paisajistas incorporan este material es sus diseños.

La calidad por encima de todo:

Sin embargo hay que tener mucho cuidado a la hora de escoger un césped artificial. Lo primero y más importante, la calidad del mismo. En Mus Paisajismo únicamente instalamos césped del fabricante nacional Albergrass. A lo largo de los años que llevamos trabajando con ellos, sólo hemos recibido buenas palabras, tanto de la calidad del material, como de nuestras instalaciones y es que un césped de esta calidad ayuda mucho al instalador y al resultado final.

En este proyecto, sustituimos un césped natural que únicamente aportaba verde al conjunto de las oficinas, que no era transitable y que consumía un agua y unos recursos innecesarios por un modelo ajustado a las necesidades del espacio. Se trataba de conseguir una pradera con el aspecto más natural posible. Teniendo en cuenta que no iba a ser transitable y que había que ajustar el coste del material lo máximo posible, nos decidimos por el modelo Velia. Una apuesta de Albergrass por un césped de aspecto muy natural a un precio muy competitivo.

 

Si necesitas asesoramiento o estás interesado en adquirir alguno de los modelos de Albergrass, no dudes en ponerte en contacto con nosotros mus@muspaisajismo.es

El antes y el después de una de nuestras terrazas.

Una de las cosas que siempre recomendamos a nuestros clientes cuando se mudan a una casa nueva que primero la vivan una temporada y después hablamos.

Nada más llegar a tu nueva casa, sobre todo si hasta el momento habías vivido en un piso, te vas a imaginar tu jardín de mil maneras, vas a querer plantar muchas cosas y hacer todo al principio. Como decíamos al principio de esta entrada, no queráis tenerlo todo hecho desde el primer momento y mucho menos si es vuestra primera casa con jardín.

En este caso, a Leyre le planteamos una estructura básica sobre la que seguir trabajando. Un reparto de los espacios que permitiera darle la mayor usabilidad a la terraza, dejar todas las instalaciones hechas y hacer una primera aproximación con una plantación sobre la que podríamos ir añadiendo cosas a futuro.

Según salimos del salón de la casa, nos encontramos con este espacio, una jardinera de obra en 2 alturas, revestida de lamas de madera tropical y en la que las instalaciones ya están hechas. La arquitectura de la vivienda es de estilo contemporáneo, con mucho hormigón visto que por momentos se nos hace un poco duro a la vista. Por fortuna, la tarima y revestimiento de madera suaviza bastante el aspecto global, pero todavía resulta un poco duro a la vista. Tenemos que hacer de esa terraza un lugar más acogedor.

Después de un entretenido cruce de ideas entre Leyre y nosotros, llegamos a un punto de consenso. Leyre quiere flores, plantas resistentes, que no tenga mucho mantenimiento y que sobre todo luzca durante la primavera y el verano.

Al realizar la plantación durante el otoño pasado, no nos pudimos resistir a los crisantemos (aunque sabíamos que habría que cambiarlos en primavera), de lo espectaculares que estaban en el vivero.

Esta es otra cosa importante, cuando me pidas un proyecto que incluya plantación, verás con todo detalle la especie y el tamaño de la planta que te vamos a poner. La realidad es que uno llega al vivero y muchas veces es allí donde surge la inspiración del último minuto y se cambian cosas. Otras veces sucede que haces el pedido al vivero y te dicen que la planta no sé qué que yo había pedido en maceta de 5 litros no la reciben hasta dentro de un mes y que sólo tienen de 1 y de 10 litros, por lo que la idea inicial se modifica y nos tenemos que ajustar a la nueva situación. Todos estos cambios se comunican a la propiedad hasta que, como nos pasa con Leyre, ella confía plenamente en nosotros y nos deja inspirarnos en el vivero (siempre con un precio final acordado que no se modifica).

En las tres imágenes inferiores, podemos ver el resultado nada más terminar la plantación de la jardinera de arriba. La idea era tener dos elementos principales (picea conica y glauca globosa) rodeados de vivaces y aromáticas mediterráneas. Con el tiempo, se guiarán los romeros rastreros para que vayan ocupando la pared de la jardinera. Es una planta que nos encanta utilizar en jardineras y altos de muretes por la belleza de sus tallos floridos colgando sobre la jardinera.

Una plantación muy compacta en la que casi no dejamos hueco para las hierbas espontáneas (que salieron y muchas) y en las que habrá que controlar el crecimiento de las salvias después de la floración primaveral para que dejen espacio a las lavandas. En primera línea agapantos compitiendo por su espacio. La idea de esta plantación es que estuviera cerca del climax al inicio de su primer verano (seis meses tras la plantación)

Todavía en la jardinera de obra, pero en la parte de abajo, cambiamos ligeramente el planteamiento, al no tener de elementos principales dos píceas, sino que en este caso serían una forsythia, en el centro de la plantación y un chamaecyparis y una lagerstroemia en los extremos. Para muchos las forsythias están pasadas de moda, pero a mí me siguen pareciendo una pasada, sobre todo al inicio de la primavera, cuando el jardín sigue latente y ellas explotan a florecer con un amarillo intenso que da paso a un follaje verde claro, muy luminoso.

Acompañando a estos elementos principales, salvias, tulbaghias, los crisantemos, gauras...

Según termina la jardinera, nos encontramos con un murete de hormigón y una lámina de vidrio satinada para aportar cierta intimidad, pero no tiene la altura suficiente para acabar con las miradas indiscretas de los vecinos, por lo que le sugerimos a Leyre la creación de una pantalla con bambú. Aprovechamos también parte de sus plantas (acer palmatum, olivo...) y de sus jardineras para ampliar la plantación.

Y hasta aquí nuestro jardín de hoy, os mantendremos informados de cómo evoluciona, ya que en unas semanas esperamos empezar con otra de las terrazas que tiene la casa, así que aprovecharemos para hacer una puesta a punto de la jardinera y subir más fotos.

Alfombra vegetal para casadecor 2018

Hace ya una semana (ya sabemos que lo nuestro no es el marketing, porque lo suyo hubiera sido subirlo a toda prisa) estuvimos en Casadecor 2018 ayudando a nuestras amigas de Mijardinvertical con una alfombra vegetal. Nosotros pusimos el césped, siempre de Albergrass y ellas la decoración. 

Si queréis verlo, todavía estáis a tiempo. Subid a la última planta, el espacio es inconfundible.

 

 

Quiero entrar a mis oficinas y acordarme de mi pueblo.

Con estas palabras nos describió el señor Don Carlos lo que quería.

Don Carlos tiene una empresa que se dedica a la venta de productos para alpinismo, esquí y demás deportes de montaña, viene de un pueblecito en los Pirineos, que está rodeado de un precioso bosque mixto de hayas y robles.

Llevar un trocito de este bosque a Madrid parecía imposible, que si hace mucho calor, que no va a tener luz suficiente, que ya verás el agua… Un sinfín de inconvenientes y dificultades a los que fuimos encontrando soluciones técnicas que hicieron posible lo que a priori parecía imposible: iluminación artificial, ahumado de cristales para evitar insolación en verano, sistema de riego con sensor de humedad, drenajes registrables…

No os contamos más, mejor que lo veáis por vosotros mismos.

 

Campo de fútbol sin charcos, sin barro, sin dolor

 

En este caso concreto, nos encontramos con un patio de colegio con problemas de drenaje, una superficie de juego muy deteriorada y la necesidad de ser renovada de cara al nuevo curso escolar.

Previamente a la colocación del césped, se aplicó una base de mortero flexible de baja densidad, con una capacidad de retención de agua de 20 litros por metro cuadrado y una elevada capacidad drenante, con lo que conseguimos eliminar completamente los charcos. Sobre esta base, colocamos el césped artificial deportivo.

Todavía me acuerdo aquel patio del colegio donde jugar al fútbol era deporte de riesgo. Entre los balones mikasa, que parecían sacados de una fábrica de munición de cañones, y el campo de fútbol de asfalto, creció una generación llena de heridas, golpes y miedo a parar balones o tirarse al suelo. 

Poco a poco, los que entonces éramos niños, fuimos creciendo y pensando en cómo mejorar las condiciones de juego y la seguridad de los patios de colegio en los que nuestros hijos tendrían que jugar.

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